-¿¡Brindamos!?-Exclamó-¡Por esta noche! Va…
-¿A qué se debe toda esta lluvia de emociones?-Le dijo con inseguridad-¿Por qué deberíamos brindar? ¿Por lo que somos?... Quizás ¿Por lo que fuimos?
-O quizás por lo que seremos… No pienses más. Déjate llevar solo esta noche, por el efecto de un Martini bien cargado y el humo de mi cigarro. Desnúdame con la mirada, devórame poquito a poco. Y te perdonaré si mañana olvidas mi nombre.